Hace unas semanas en el artículo ¿Qué está pasando con la formación de las empresas en 2020? (Parte I), analizamos en comparativa con la anterior crisis (2010-2014), lo que cabía esperar en cuanto a volumen y principales indicadores en formación realizada por las empresas.
Decíamos que el 2020, está resultando un año impredecible en todos los aspectos, e histórico a la hora de romper tendencias y acelerar procesos.
En esta ocasión, por tanto, vamos a centrarnos no tanto en predecir, si no, en analizar. ¿Se han roto tendencias en la formación? ¿Se han acelerado procesos aplicados a la formación y su impartición?
Centramos el análisis, para obtener datos más objetivos, en formación realizada por las empresas y bonificada a través de Fundae.
Rotura de tendencias. La modalidad formativa.
Hasta 2019 la modalidad reina en la formación era la presencial. Casi 8 de cada 10 participantes en una acción formativa se formaba a través de modalidad presencial (76,20%), cuya duración además era la más corta, con una media de 10,6 horas por participante.
Fuente: https://memoriadeactividades.fundae.es/2019/formacion-programada-empresas/
La teleformación (formación 100% online a través de plataforma educativa o campus virtual) era la 2º opción con 22,8% de participantes, un 40 ‘5% de los participantes y una duración media de 25,4 horas..
Por último la formación mixta, con tan solo un 1% de los participantes, pero que aglutina las formaciones con mayor duración de media, 45,3%.
¿Qué ha pasado en 2020?
Todavía no disponemos de datos agregados de este año 2020, pero basta con echar un vistazo a los datos diarios que FUNDAE pone a disposición en su página para verificar el cambio de tendencia:
El dato refleja el día 16 de diciembre de 2020, pero podría ser cualquier día de los últimos meses:
La formación mixta apenas sufre cambios, pero prácticamente se invierten los datos para las modalidades presencial y teleformación.
Y eso sin poder desagregar el dato de la parte presencial. Pues ésta, también tiene en cuenta formaciones por aula virtual, que si bien a efectos de bonificaciones cuentan como formación presencial, no dejan de realizarse de manera online a través de un aula virtual o sistema de videoconferencia.
Aceleración de procesos. Áreas de formación.
En los últimos años si analizamos el Top 10 de las familias profesionales que se han impartido en un mayor número, obtenemos el siguiente ránking:
Son áreas bastante genéricas pero que aglutinan la parte más hard y técnica en cuanto a formación: administración, idiomas (se incluyen dentro de formación complementaria), informática o marketing por un lado, y las siempre presentes seguridad alimentaria y prevención de riesgos laborales.
¿Qué ha pasado en 2020?
Si de nuevo, sin datos agregados de 2020, pero recurriendo a datos de FUNDAE sobre formación programada este año, observamos cómo manteniéndose esta clasificación a nivel general, escalan posiciones los idiomas y la formación en TICS.
Aparece también en el ranking competencias más soft, ligadas a habilidades y gestión de personas.
Podemos extraer por tanto 2 conclusiones:
-A nivel modalidad de formación se ha invertido totalmente la tendencia dominante en los años anteriores, y la modalidad más utilizada en 2020 es la formación online.
-A nivel áreas de formación se consolidan y no hay tantos cambios en las áreas o contenidos, pero sí se observa mayor inclinación por las TICS y la gestión.
Obviamente estos resultados están directamente relacionados con la situación de crisis sanitaria que nos ha llevado, a no poder impartir formación presencial o poder hacerlo pero resultando mucho más complejo, y a trabajar en remoto y aumentar el teletrabajo por lo que la formación en competencias digitales se ha hecho muy necesaria.
Sin duda sería interesante valorar aspectos cualitativos, siempre más difíciles de medir y queda por ver, si estas tendencias se mantienen en 2021 una vez recuperada una cierta normalidad.
Por nuestra parte entendemos que si queremos seguir trabajando con formación online y que ésta se consolide, las empresas de formación debemos poner a l@s alumn@s en el centro y trabajar con una metodología contrastada y adaptada.
También, por supuesto, seguir facilitando las opciones presenciales con todas las medidas y seguridad necesarias, pues como casi todo las cosas no son blancas o negras, y seguro que convivimos con ambas tendencias en los próximos años, dado que no hay dos organizaciones iguales, tampoco lo son el tipo de necesidades y servicios a desarrollar para cada una.
Paula Soriano.
Socia-Directora de OPEM.