Cuando analizamos la evolución de la formación desde marzo del 2020, consideramos que al igual que ha sucedido con el teletrabajo y la presencialidad, hemos pasado por etapas no siempre de manera ordenada: Desde aquel “todo será online” hasta él, “sólo la formación presencial funciona”.
Al final la dicotomía entre lo presencial y lo online viene sucediendo casi desde la irrupción de internet. Situaciones del pasado como los MOOC por ejemplo, donde la realidad se impuso relativizando su utilidad y grado de “engagement” con el alumno. Del mismo modo que hoy sucede con algunas plataformas con cursos y contenidos de lo más diverso y que el alumno, generalmente un ocupado trabajador de empresa, debe estudiar de manera “autodidacta” cuando pueda. Sin duda una noticia para la empresa que se preocupa por la formación pero finalmente malo para el profesional que no tiene tiempo ni ganas de seguir más allá de su jornada.
Hace ya unos años que entendimos que el modelo de plataformas de contenidos no funciona, los datos con clientes nos lo demostraron y tomamos otro camino. Estamos convencidos que realmente las empresas seguirán teniendo la necesidad de modelos híbridos on y off line que convivan, aunque tal vez la ponderación y el peso del modelo en cuanto presencialidad y virtualidad se vean afectados por elementos como:
- Ubicación geográfica.
- Costes de la logística y organización.
- Temática a trabajar.
- Calidad de la formación y personalización.
En nuestra experiencia, cuando el cliente analiza los datos de la formación en cuanto a costes y calidad permite tomar mejores decisiones. Por ejemplo reducir algunas sesiones presenciales porque la experiencia virtual es excelente y reduce los costes totales de logística del programa.
Si focalizamos en la formación online, en la parte que toque del programa, desde nuestro punto de vista una clave está en el trabajo que debemos hacer como especialistas para que la formación online funcione y la persona que realiza el programa lo valore:
- Metodología de las clases online en directo. Ver este video.
- Programas adaptados a la realidad de la compañía.
- Profesorado que prepare las clases en formato online: recursos, guía de la sesión, dinamización, etc.
- Seguimiento y tutorización.
- Adecuada combinación de recursos asíncronos con sesiones síncronas de todos los alumnos participantes generando comunidad.
Y en vuestra organización, ¿en qué modelo os sentís más cómodos?.