Hace unos días coincidimos con una profesora de nuestros cursos que al hablar del concepto Emprendedor nos decía que ella era Empresaria (y doy fe de ello) y no emprendedora. Se trata de una cuestión de posicionamiento frente a otros profesionales que quieren emprender una actividad y necesitan hacerlo, los Emprendedores.
Cuando comenzamos a trabajar sobre el PDDe (Programa de Desarrollo de Directivos y Emprendedores) entendimos que la palabra emprendedor era clave para la empresa del siglo XXI, pero no sólo como la persona que crea y desarrolla empresas y negocios, sino también como una competencia crítica en estrecha relación con la innovación, con la disposición a iniciar, impulsar, desarrollar, actuar con iniciativa propia en la empresa.
Por todo ello estamos convencidos de la necesidad de que todo Empresario necesita tener o recuperar la capacidad de emprender, porque fue gracias a ella que ha conseguido estar donde está y que sin duda, en el entorno que nos movemos, es más necesario que nunca recuperarla, porque será la capacidad de reinventarnos, de cuestionarnos nuestro negocio para ajustarlo y afinarlo para tener la competitividad necesaria para que sus organizaciones sobrevivan al tiempo y al entorno.
Sin duda, la otra parte de la ecuación, son las personan que inician, los Emprendedores, creemos firmemente que es crítico el apoyo al desarrollo a una cultura emprendedora en un país en el que desde la cuna, la familia, amigos, un complejo aparato burocrático desfragmentado y la propia educación formal, nos dicen que ese no es el camino, ese es camino de locos o especuladores. De aquí que iniciativas como los i-weekend en los que tanta ilusión y pasión ponen profesionales y amigos, merecen nuestro apoyo para que el cambio de cultura y valores se vaya produciendo.
Ahora bien, nos falta un elemento crítico en el ámbito directivo del que quería hablar. Si preguntamos al dueño de una empresa qué tipo de profesionales quiere que trabajen con él en su organización seguro que no lo dudaría. Estamos seguros de que le gustaría contar con locomotoras no con vagones y aquí sin duda entramos de lleno en el concepto de Intraemprendedores refiriéndonos al profesional que dentro de la empresa emprende, innova, desarrolla y activa.
Para este perfil de directivos, tan deseable en nuestras organizaciones, necesitamos entornos laborales que permitan innovar, dentro del propio puesto de trabajo. Trabajar con nuevas ideas o mejoras en el producto o servicio requiere compromiso dentro de la cultura organizativa. Para la empresa es innegable que esta figura es muy importante y cada vez más necesaria puesto que, en los momentos que atravesamos, la innovación y la “reinvención” es fundamental para que un negocio siga funcionando en el futuro.
Ejemplo de empresas de éxito como Google o Facebook que tuenen muy en cuenta este tipo de intraemprendimiento permitiendo, incluso, que sus trabajadores dediquen una gran parte de su tiempo a innovar y emprender nuevos proyectos dentro de la empresa. Hace ya unos años, Steve Jobs, nos contaba el secreto de Apple, pequeñas Start-ups en movimiento continuo dentro de su compañía, os recomiendo encarecidamente que lo tengáis en cuenta, porque como Empresarios podemos hacer cosas dentro de nuestra empresa para favoreces todo esto.
El tema sin duda da de sí y espero que lo expuesto nos permita reflexionar sobre nuevos modelos de relaciones laborales y de negocio que nos permitan abordar el futuro con esperanza y optimismo.
José Antonio Carrión Lopez, Director del Programa de Desarrollo de Directivos y Emprendedores de la Universidad de Alicante.