Los cambios tecnológicos junto con la era digital que estamos viviendo, exige a los trabajadores estar en continuo crecimiento profesional, a la vez que supone que las empresas deben fomentar, con tal de retener el talento, esta formación continua en sus colaboradores.
La formación hace a las empresas más competitivas y les permite estar actualizadas en un ambiente constante de cambio.
Tanto es así que cada vez son más empresas las que consideran que no es un gasto, sino una inversión contar con empleados más formados, preparados y competitivos.
Los departamentos de Recursos Humanos sostienen que contar con una plantilla formada y motivada incrementan los resultados económicos de la empresa.
Las empresas tienen además para este fin disponibles los fondos de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), una ayuda económica que se hace efectiva mediante bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social y que si no se utiliza a lo largo del año natural se pierde.
Con estos antecedentes sería de esperar que todas las empresas opten a estos fondos y los agoten.
Paradójicamente, cada vez menos empresas forman a sus plantillas, llegando al 16% de caída en 2016 según el Informe Anual de Formación en las empresas de Fundae.
Algunos datos preocupantes que encontramos en este informe:
-En 2016 hubo unas 71.000 sociedades menos formando a sus trabajadores y más del 95% eran micropymes.
-Las compañías utilizaron 514,7 millones de euros de los 610 millones presupuestados para empresas. Se dejaron sin gastar cerca de 95 millones de euros proveniente del pago de cotizaciones de formación de empresarios y trabajadores.
¿Y por qué estas cifras? ¿Por lo que las empresas no agotan todas las bonificaciones de las que disponen?
Nuestra experiencia con clientes nos permite hablar de 3 factores fundamentales:
- Necesidad de cofinanciación del sistema.
La ley que regula estos créditos obliga a participar en la financiación de los costes de formación entre un 5% y un 40% en función del volumen de la empresa.
Es decir, que puedes utilizar tu crédito pero tendrás que estar dispuesto a aportar una parte del coste.
En la práctica, si la formación se realiza en horario laboral, este requisito se cumple gracias a los costes de personal, por lo que no debería ser un problema a la hora de decidirse a utilizar los créditos.
- Desconocimiento o falta de información.
Otro de los motivos de que muchas empresas no aprovechen los fondos bonificables se debe al desconocimiento. Por eso es necesario una mayor publicidad por parte de la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo y las consultoras y empresas de formación sobre cómo utilizarlos mejor.
- Falta de previsión y de planes de formación.
Es fácil que el día a día de la empresa no permita, salvo que se lleve una planificación rigurosa, organizar con detalle la formación durante el año, o que la falta de un plan de formación impida hacer una distribución ordenada de los fondos, por lo que en el último trimestre se suele acumular un alto grado de acciones formativas, y en muchas ocasiones no hay tiempo para llevarlas a cabo.
Nuestra recomendación, dejarse aconsejar por expertos que puedan asesorarnos en la gestión, y llevar una planificación durante el año de los fondos para usarlos de manera apropiada en materias y cursos que ayuden al desarrollo profesional de los empleados, y por tanto, de nuestra empresa.
Equipo de Opem