- Autoestima y seguridad en sí mismo.
La seguridad en uno mismo es uno de los aspectos más valorados por las compañías ya que contribuyen a desarrollar una sólida carrera profesional. La autoestima y la seguridad van de la mano, son aspectos que nosotros desarrollamos internamente y que se ejercitan desde que se acude a la primera entrevista de trabajo.
- Trabajo en equipo.
Hoy en día, una de las claves para cumplir los objetivos que se proponen las compañías es que los empleados sean conscientes de lo que significa ser parte de un grupo en busca de un fin común. Es necesario distribuir las tareas de acuerdo con los talentos de cada persona. La formación siempre es una herramienta para lograr convertirlo en un equipo de alto rendimiento.
- Capacidad y disposición para el aprendizaje.
La formación es la base para el desarrollo de las capacidades del profesional. El aprendizaje permanente es una necesidad, tenemos que mejorar nuestras aptitudes, competencias y habilidades a lo largo de la vida para realizarnos en lo personal, participar en la sociedad y tener éxito en el mundo laboral.
- Flexibilidad y adaptación al cambio.
Actualmente, uno de los aspectos más valorados en el mundo profesional es tener la capacidad para adaptarse a un entorno cambiante y a unas estructuras organizativas variables. Las empresas buscan candidatos que tengan facilidad para modificar, si fuera necesario, su propia conducta para alcanzar determinados objetivos cuando surgen dificultades, nueva información o cambios del medio (ya sean del entorno exterior, de la propia organización, del cliente o de los requerimientos del trabajo en sí).
- Saber aplicar los conocimientos y capacidades.
Un buen profesional es aquel que sabe dar la mejor respuesta a las propias demandas que conlleva el ejercicio de su profesión. Existen tres tipos de conocimientos y capacidades que todo profesional debería potenciar:
- Instrumentales
– Capacidad de análisis y síntesis.
– Comunicación oral y escrita en la lengua propia.
– Capacidad de gestión de la información.
– Capacidad de realizar estudios bibliográficos y sintetizar resultados.
– Resolución de problemas.
– Toma de decisiones.
- Personales
– Trabajo en equipo.
– Habilidades en las relaciones interpersonales
– Capacidad para comunicarse con personas no expertas en la materia.
– Razonamiento crítico.
- Sistémicas
– Capacidad para aplicar los conocimientos en la práctica.
– Aprendizaje autónomo.
– Motivación por la calidad.
– Motivación por la seguridad y la prevención de riesgos.
- Innovación y creatividad.
No sólo son elementos esenciales para alcanzar el éxito en una empresa, sino que también son requisitos indispensables para la supervivencia de ésta. Contar con personas que tengan estas habilidades para la resolución de problemas, gestación de nuevas ideas y puesta en marcha de proyectos ambiciosos, es la mejor garantía de competitividad para cualquier negocio.
- Dotes de mando y liderazgo.
Las personas dotadas de esta aptitud, ligada a la dirección estratégica de la empresa, son muy valoradas por sus habilidades gerenciales o directivas que tienen para influir en la forma de ser de las personas o en un grupo de personas determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo, en el logro de metas y objetivos. También es relevante la capacidad de tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar a un grupo o equipo. Sin embargo, no todos nacen con estas cualidades innatas. Por esta razón existen diversos programas formativos que pueden potenciarlas en beneficio de la empresa y de la persona.
- Capacidad de gestión y autogestión.
Las empresas buscan profesionales resolutivos, eficaces, que se impliquen en la toma de decisiones, y que sean tan productivos trabajando solos como en el seno de un equipo. La responsabilidad para asumir nuevos retos y la autonomía en el desempeño de las funciones son aspectos clave para cualquier candidato a un puesto de trabajo.
- Relaciones interpersonales y comunicación.
Uno de los aspectos más valorados es la habilidad para comunicarse y su forma de relacionarse en un entorno de negocios con los stakeholders. A pesar de que todas las personas nos relacionamos y nos comunicamos diariamente, no siempre nos detenemos a reflexionar sobre la importancia de ello, ni acerca de los problemas que se pueden presentar al respecto. Tal situación dificulta que tomemos medidas para mejorar nuestra forma de relacionarnos de una manera más positiva y creativa. De nuevo, la formación nos puede ayudar a mejorar estos aspectos de forma que se genere un mejor ambiente de trabajo.
- Motivación, iniciativa e involucración.
Estas tres características convierten al empleado en un recurso esencial para el éxito de la empresa con un gran potencial para resolver problemas y situaciones difíciles. De esta manera la organización obtendrá mejores niveles de desempeño, productividad, eficiencia, creatividad, responsabilidad y compromiso por parte de los empleados.
Un saludo.
José Antonio Carrión López