La rutina diaria, el cumplimiento de objetivos y la “falta de tiempo” nos lleva a dejar en último lugar algo tan importante como es el reciclaje del conocimiento. La experiencia nos enriquece y ayuda pero debemos tener en cuenta que la formación no es una pérdida de tiempo o un gasto sino, al contrario, es una inversión a largo plazo.
Las empresas necesitan cada vez más, contratar más directivos de rango medio que sepan cómo afrontar conflictos o negociar eficazmente. El papel de éstos es intentar complacer a sus jefes, interpretar sus mensajes y trasladarlos al resto del personal, pero sin duda todo este proceso está ligado siempre a los números, al cumplimiento de objetivos financieros.
La mayoría de los mandos intermedios son promovidos desde abajo y, naturalmente, provienen del mismo nivel que las personas con las cuales trabajan y a las que deben supervisar. Por ello la formación en estos niveles es tan importante, no sólo para el conocimiento personal y su efecto posterior en la empresa, sino para diferenciarse en la organización y poder promocionar en las ocasiones en las que surjan puestos de dirección.
Por todo ello, reconociendo el papel necesario de los conocimientos en áreas como marketing, recursos humanos, operaciones o habilidades directivas, entendemos que la parte financiera es de suma importancia en la toma de decisiones porque supone una fortaleza, un lenguaje crítico común, a la hora de afrontar el día a día y el largo plazo tanto con superiores como con subordinados.
Por ello me gustaría destacar algunos de los aspectos del área financiera que deberían formar parte de las capacidades de un jefe intermedio:
- La contabilidad: la herramienta más importante en el reflejo de la situación económico-financiera de la empresa, hasta el nivel necesario para su función.
- Los Estados Financieros, producto final de la contabilidad, informan de la situación económica de la empresa y los cambios que ésta experimenta. De gran utilidad para personas internas (gerentes, accionistas,…) y usuarios externos (Hacienda, bancos, etc.).
- Los presupuestos: muy importantes a la hora de tratar de predecir cómo va a evolucionar el negocio y objetivar la toma de decisiones
- El cuadro de mando: indicadores y ratios que aportan información resumida y al mismo tiempo útil del negocio.
Pero todo lo expuesto anteriormente de poco nos servirá si la información contable o financiera no la sabemos interpretar, si no la comprendemos, y allí es donde surge la necesidad del análisis financiero y de lo importante que es que el directivo tenga formación.
Conocer por qué la empresa está en la situación que se encuentra, sea buena o mala, es importante para así mismo poder proyectar soluciones o alternativas para enfrentar los problemas surgidos, o para idear estrategias encaminadas a aprovechar los aspectos positivos.
Después de leer este post, estimado lector, respóndete a ti mismo si tus conocimientos financieros son los adecuados para destacar en tu puesto y para contribuir a la mejora de tu empresa. Si la respuesta es no, aun estás a tiempo de mejorarlos.
José Luis Pérez-Suso
Formador y Consultor financiero