En 1964, en los laboratorios del MIT, Joseph Weizenbaum creó uno de los primeros programas capaces de mantener una conversación escrita con un ser humano. Lo llamó ELIZA, y su propósito era simular a un psicoterapeuta. A pesar de sus capacidades limitadas y de responder con simples reformulaciones de frases, muchos usuarios desarrollaron rápidamente una conexión emocional con el programa, atribuyéndole empatía, comprensión e incluso humanidad.
60 años después, seguimos haciendo lo mismo… pero con herramientas exponencialmente más sofisticadas.
¿Qué lugar tienen hoy los chatbots en Recursos Humanos?
En el ámbito de RRHH, donde la interacción humana parece insustituible, los chatbots están demostrando que pueden ser aliados valiosos si se aplican con inteligencia y propósito. Algunos usos actuales que ya están generando impacto real en organizaciones de todos los tamaños:
💬 1. Automatización del primer contacto con candidatos.
Los chatbots pueden responder dudas sobre una oferta laboral, guiar en el proceso de aplicación o incluso realizar una pre-entrevista automatizada. Esto reduce la carga operativa del equipo de selección y mejora la experiencia del candidato con respuestas inmediatas, 24/7.
Uno de los mayores retos actuales es el ghosting:
Según múltiples estudios, más del 65% de candidatos afirman no recibir nunca una respuesta tras postularse. Esta falta de contacto deteriora gravemente la marca empleadora, generando frustración, desconfianza y una mala imagen corporativa que puede viralizarse en portales como Glassdoor o redes sociales.
Los chatbots bien diseñados permiten mantener una relación continua, humana y respetuosa con cada candidato, incluso cuando la respuesta no sea positiva. Y eso también es cultura organizativa.
🧭 2. Onboarding digital más fluido.
Desde indicar cómo acceder al correo corporativo hasta agendar la primera reunión con el equipo, los chatbots pueden guiar paso a paso al nuevo talento en sus primeras semanas. Un chatbot bien entrenado puede incluso detectar emociones como confusión o frustración y escalar a un humano cuando es necesario.
📈 3. Soporte al desarrollo profesional.
En procesos de formación interna, pueden actuar como asistentes virtuales que recomiendan cursos, resuelven dudas sobre contenidos o hacen seguimiento de objetivos de aprendizaje. También pueden facilitar encuestas de clima o recogida de feedback de forma más ágil y amigable.
🛠 4. Consultoría interna para empleados.
Desde resolver dudas sobre políticas de vacaciones, bajas o beneficios sociales, hasta asistir en tareas administrativas como descarga de nóminas o actualización de datos personales. Todo sin saturar al equipo de personas.
¿Una amenaza para los profesionales de RRHH?
Al igual que sucedió con ELIZA, muchas personas se preguntan si estos sistemas podrían sustituir la función humana. La respuesta es clara: no sustituyen, complementan.
Los chatbots son herramientas. Y como cualquier herramienta, su valor reside en quién y cómo los usa. En manos de profesionales de RRHH que comprenden los procesos, los valores de la organización y las necesidades del equipo, los chatbots pueden ser catalizadores de eficiencia, cercanía y mejora continua.
La inteligencia artificial no viene a quitarnos el trabajo, viene a quitarnos el trabajo repetitivo.
Y eso es especialmente relevante en Recursos Humanos, donde lo más valioso sigue siendo el criterio humano, la empatía, la escucha activa y la capacidad de adaptación. La IA –y en particular los chatbots– nos dan tiempo para hacer mejor nuestro trabajo.
¿Te interesa aprender a implementar este tipo de soluciones en tu organización?
En el Programa de IA aplicada a la Dirección de RRHH de OPEM Universidades exploramos no solo el funcionamiento de herramientas como los chatbots, sino casos de éxito y cómo integrarlas estratégicamente en procesos reales de gestión del talento, comunicación interna, formación o selección.
Porque como citó Joseph Weizenbaum, el propio creador de ELIZA: «No se puede delegar la responsabilidad de la comprensión humana a una máquina». Sin embargo entender la tecnología no sólo es importante, es imprescindible para competir en el mercado actual, desarrollando una marca empleadora sólida y mejorando la comunicación e interacción interna en la organización. Por ello saber aplicarla en RRHH marca la diferencia.