Será que empezamos a ver acercarse la Navidad. Nuestras ansias de compartir se disparan y diferentes empresas, de todos los tamaños y sectores, por todo lo largo y ancho de España, deciden donar cientos y hasta miles de euros al todopoderoso Estado.
Como si estos fondos nos sobraran. El presupuesto subvencionado por la Fundación Tripartita, para la formación de los trabajadores, es “donado” todos los años por muchas más empresas de las que querríamos imaginar. Puede que, al no formar parte de la facturación pura y dura de las organizaciones, no se perciba como algo tan grave, pero al fin y al cabo es un dinero que cotizas a la Seguridad Social y que no estás invirtiendo. Y no existe ninguna razón lo suficientemente buena para negarte a hacerlo.
Si estás leyendo esto y echándote las manos a la cabeza, no te preocupes, aun no es demasiado tarde. Puedes comprobar de cuánto presupuesto dispones y buscar una formación acorde al mismo. ¿Que tu empresa tiene sedes en diferentes ciudades? Puedes optar por una formación online, que no suponga el desplazamiento de los trabajadores. ¿Que has notado una serie de carencias en una habilidad determinada? Escoge una formación a medida.
Además, nuestro consejo va más allá. Los mercados, y en especial el mercado laboral, están más activos que nunca y la retención del talento es crítica, requerirá actuaciones proactivas y no reactivas en el seno de las organizaciones si no quieres perder a los mejores. Si no te adelantas, llegarás tarde, y eso puede costar mucho más dinero que el que las empresas están “donando” con sus fondos de Tripartita. Según un informe realizado por OPEM, sólo el 47% de las empresas cuenta con un plan de formación. ¿Por qué, si preparamos los presupuestos para el año próximo, no podemos planificar también la formación de los empleados? Aunque no todo está perdido, tengamos el propósito este Año Nuevo de mejorar en este aspecto.
Una formación estratégica, enfocada a las necesidades de la empresa, supone una importante ventaja competitiva y, además, genera un clima de satisfacción por el desarrollo personal de los trabajadores. Si sabemos que el entorno laboral requiere de una formación constante para la actualización de los profesionales, y que las empresas disponen de fondos expresamente dedicados para ello, ¿por qué estás regalando ese dinero?
Dedica la generosidad para otros menesteres, pero no con el dinero destinado a la formación del equipo de tu empresa.
Equipo de Opem