El sábado pasado, en la clase sobre Marca personal del #MDDe, el experto Andrés Pérez mencionó un concepto interesante donde los haya como es el de los trabajos alimentarios. Con esta expresión, Pérez enmarcaba ese tipo de empleo que no puede ser considerado como el trabajo de nuestros sueños, pero nos mantiene. Cubre nuestras necesidades básicas y mantiene nuestra estabilidad económica, a pesar de no generar una gran motivación.
Sin embargo, Pérez hizo una afirmación sorprendente. ¡Estos trabajos son perfectos‚Ķpara trabajar en tu marca personal!. Teniendo todo lo demás asegurado y sabiendo que no tienes tanto que perder, estar en un trabajo que lo único que te aporta es el sueldo es el momento perfecto para plantearte tus metas y objetivos. No tienes necesidad de marcarte objetivos a la desesperada porque no estás desempleado, pero tienes todo cubierto para asegurarte sobrevivir mientras persigues tu objetivo.
¡Si no diseñas una estrategia, te acaban llevando los objetivos de otros!.
Es muy común que ante la falta de unas metas definidas una vez acabados los estudios, las personas nos dejamos llevar por los flujos del mercado laboral. Dejamos que nuestro hueco en el mercado nos encuentre en lugar de buscarlo nosotros.
En un mercado como el actual cada vez es más importante la diferenciación y la receta para ello es muy clara. Por un lado hay que llevar bien cocinados los objetivos, con todos sus ingredientes bien apuntados. Una vez preparado este plato falta darle una buena presentación porque, por sabroso que sea, muchas veces comemos antes con los ojos. Además, no se te puede considerar buen cocinero por verte hacer ese plato. De alguna manera debes demostrar que puedes preparar otros tantos tan buenos como ese.
La marca personal es una importante seña de identidad casi más importante que el currículum. Y es que, en un mundo tan sobreinformado hay que aprender a destacar con algo más que palabras. El ¡si no lo veo, no lo creo! se está convirtiendo cada vez más en la ley de la demanda laboral y hay que saber usarla para nuestro propio beneficio.