Fieles a los consejos que damos hemos desconectado una semanas dejando las redes sociales y los blogs tranquilos, una costumbre muy recomendable que aconsejamos a los usuarios y empresas “hiperactivas” que en estas fechas de descanso nos regalan contenidos “enlatados” y consejos varios para no dejarnos olvidar un poco la rutina.
Ahora se están acabando las vacaciones (y si no es así deja para tu regreso este post) y el primer objetivo de vuelta al trabajo es el más difícil: asumirlo. Sí, hayan sido como hayan sido nuestros días de descanso, ya está todo el pescado vendido, y hasta el año que viene no volveremos a disfrutar de una temporada tan ociosa como esta. Es una realidad como un templo y nos cae encima y nos dilapida con todo su peso.
Por ese motivo, y con toda la buena intención, desde Opem queremos ofreceros unos consejos para lidiar con el síndrome post-vacacional y para que el regreso a la rutina sea lo más ameno posible.
Aterriza. Baja ya de las nubes y pon los pies en la tierra. Puedes contarle a tus compañeros de trabajo historias sobre tus viajes y tus vacaciones, pero que no te ocupen la cabeza toda la jornada laboral, porque se te hará larguísima. Cuanto antes te pongas al día y revises las tareas que te quedaron pendientes, antes le pillarás el ritmo a la rutina.
Agradece tus vacaciones. Si has vuelto es porque te has ido. Muchos no habrán tenido esa fortuna, así que mira tu tiempo de descanso como un lujo. Lo peor es que realmente lo es porque solo un mes de los 12 del año puedes disfrutarlas, las emociones son así necesitamos contrastes para valorar lo que tenemos.
Objetivos a corto plazo. Las vacaciones generan adicción, quién no ha pensado cambiar de carretera y no volver a casa, pero tienes que entender que quedan muchas semanas para que vuelvas a poder disfrutarlas de nuevo. Sin embargo, quedan solo 4 días más para que llegue tu fin de semana. Concentra tus energías en hacer planes, organizar escapadas y reservarte tiempo para ti en esos dos días y ya irás planeando poco a poco tus siguientes descansos, sin dejar de disfrutar tu día a día.
La parte buena de la rutina. Parece que no, pero las vacaciones estivales siempre vienen acompañadas de excesos, cambios de horarios y demás variables que desestabilizan a nuestro cuerpo, por no hablar de nuestro bolsillo. La vuelta al trabajo trae también consigo por lo tanto, una parte buena de la rutina: 8 horas de sueño, comidas moderadas en el horario regular y retomar el ejercicio físico. El cuerpo agradecerá devolverle la rutina a estas prácticas.
La conclusión es que, aunque todos desearíamos que nos tocara la fortuna en forma de lotería o similares, la realidad es la que es y toca volver al trabajo. Así que ya que estamos, hagámoslo con una sonrisa, seguro que encontramos solidaridad y generamos buen clima.
Y para finalizar no olvidemos el dicho popular: Lo bueno, si breve dos veces bueno; así que ¡seguro que un descanso más largo se nos habría hecho eterno!
¡Feliz septiembre a todos!
Equipo de Opem